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El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha mencionado reiteradamente a Estados Unidos en sus discursos. Hace unos meses indicó que “la frontera de Estados Unidos no es Texas, sino Panamá”, debido a que el flujo de inmigrantes, en camino al “sueño americano” pasa por Panamá para llegar al Norte. A propósito, las trochas han sido cerradas, impidiendo que el tráfico hacia los Estados Unidos se realice a través del Istmo de Panamá.

Otra mención importante del presidente Mulino sobre Estados Unidos, se dió el pasado 4 de julio, en conmemoración del día de la independencia. Mulino indicó “Estoy en la mejor disposición de relanzar las relaciones de los Estados Unidos con Panamá”.

Fui testigo de dichas palabras, las cuales encontré sinceras. Asimismo, indicó que “Nos une un pasado”, haciendo referencia a las relaciones entre ambos países que hasta una asignatura escolar tuvo en su momento.

EL PASADO QUE NOS UNE

Estados Unidos se independiza de Gran Bretaña en 1776, mientras que Panamá se independiza de España en 1821, uniéndose a Colombia, en ese momento también unido con Venezuela y Ecuador.

Desde el siglo XIV, Panamá (como parte de Nueva Granada, hoy Colombia) empieza relaciones con Estados Unidos con el Tratado Mallarino Bidlack en 1846, donde se autorizaba el libre tránsito

de gente, mercancías y tropas norteamericanas a cambio de la neutralidad del Istmo. Y así, hemos tenido altibajos. El Tratado Hay-Bunau Varilla en 1903, que permitía a Estados Unidos la construcción del Canal de Panamá, concediendo a EE.UU. parte de nuestra soberanía y dando a perpetuidad la administración de este, los cual nos garantizó la creación de una República independiente.

A partir de 1903, con la firma de los Tratados Hay-Bunau Varilla las relaciones diplomáticas pasaron por altibajos, debido a las inequidades, que llevaron a Panama a renegociar los Tratados de 1903, en varias ocasiones, en lo que se llamó la etapa revisionista.

Hechos lamentables que rompieron las relaciones entre ambos países, producto de los mártires del 9 de enero de 1964, cuando 23 jóvenes fallecieron

por protestar que se estaba incumpliendo el acuerdo Chiari Kennedy, que indicaba que en la Zona del Canal se debían enarbolar ambas banderas.

Hechos positivos como la firma de los Tratados Torrijos Carter, el cual devolvía nuestra soberanía al eliminar la quinta frontera, es decir, la Zona del Canal y también, la administración del Canal de Panamá a manos panameñas, cosa que sucedió en el año 1999.

Hoy nuestro Canal está bien administrado por panameños e inclusive el mismo ha sido ampliado, produciendo frutos económicos y reputacionales a Panamá.

El célebre historiador hispano-panameño Ángel Rubio, manifestó que “Panamá es geográficamente centroamericana, históricamente sudamericana y culturalmente

caribeña”. A lo anterior, se puede añadir que es uno de los países con mayor relación con los Estados Unidos en la historia, quizás después de Cuba, mientras otros indican que somos una especie de “creación” con EE.UU. según la leyenda negra. Lo anterior es falso, y quienes lo afirman faltan a la historia, pero lo cierto es que con Estados Unidos nos une mucha historia y éxitos, y sobre todo, mucho futuro.

EL PASADO QUE NOS UNE

Inclusive, en el acto en mención, el 4 de julio del presente, se dio una historia poco conocida. El vuelo espacial Apolo no habría sido posible sin el Canal de Panamá, un importante centro de transporte a más de 1.000 millas al sur del sitio de lanzamiento de Florida. Estos dos poderosos ejemplos de ingeniería moderna se conectaron, literalmente, en 1965 para hacer posibles misiones críticas de la NASA. Esta obra, que venía de California, no podía ser llevada por ningún medio de transporte hacia Florida, y como dijimos fue gracias al Canal de Panamá que fue posible, con la creación de barcos especiales para este cometido.

CONCLUSIÓN O PRONÓSTICO

En conclusión, mi pronóstico es que se van a intensificar las relaciones con Estados Unidos, enfriadas por el establecimiento de las relaciones diplomáticas con China en el año 2017. Recordemos que, establecida en 1977, la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (Foreign Corrupt Practices Act, FCPA) es una ley estadounidense que prohíbe a las empresas y personas estadounidenses ofrecer sobornos a funcionarios extranjeros para agilizar las transacciones comerciales.

Durante 2022, Panamá tuvo un gran comercio neto con Estados Unidos en las exportaciones de Productos Animales ($123M), Metales Preciosos ($65,1M), y Productos Vegetales ($35M). El 22% de la inversión extranjera en Panamá, proviene de empresas erradicadas en Estados Unidos.

De concretarse las aspiraciones del gobierno nacional, en Panamá deben volver a licitar empresas estadounidenses en mega obras panameñas: Y vienen muchas obras significativas: Líneas de metro, puentes, acueductos, tren (Panamá David), centros penitenciarios, carreteras, y un largo etc., dentro de un gobierno que dentro del péndulo ideológico se podría calificar de centro derecha.

Obras, realizadas con honestidad y respeto a la institucionalidad es igual a desarrollo. En buena hora.